martes, 7 de diciembre de 2010

Tu Memoria

Y así pasaron los años, ya no había llanto en público, la mancha de sangre se había borrado, el trauma de la morgue había cesado, acabó el desvelo, llegó el sueño. Bendito sea Dios que manda el consuelo en el momento perfecto, el tiempo pasa lento cuando hay sufrimiento, pero parece llevar prisa cuando hay festejo. ¿Será que el tiempo es enemigo de la alegría?

Caminante no hay camino, se hace camino al andar” dicen todos. ¿Qué pasa entonces con aquellas almas que apenas aprendiendo a andar tropiezan y caen en lo más profundo del sufrimiento? ¿Pisarían mal? Los caminos que tomamos parecen ser parte de un destino que ya estaba escrito antes de nacer. La única vía que de verdad podemos elegir está entre seguir viviendo o morir, lo demás, lo trae el destino consigo.

Sin embargo, no pasa el tiempo para aquellos que conocemos perfectamente la relación entre amar y perder, no sacia el alma el desconsuelo de un recuerdo que, más que bueno, sembró y cultivó ira, impotencia, dolor, tristeza y un ligero aumento de ese ateísmo que, sin llamar a la puerta entró y se presentó.

Como cuesta creer en lo que no se ve, difícilmente logra la fe superar lo que la verdad te pone ante los ojos, sólo quien ha sufrido como lo hiciste tu, puede entender que se necesita mucho más que convicción.

Sigues conmigo, sigo contigo, feliz navidad, allá donde estás.

1 año, 9 meses y 22 días.

0 comentarios:

Publicar un comentario

Template by:
Free Blog Templates