viernes, 8 de enero de 2010

Siendo él.

Fría como luna de invierno, como témpano de hielo.

Escasa de sustancia gris, como mente de esqueleto.

Dura, como camisa de almidón.

Miras con asco a través de un vidrio empañado, el rostro de un niño llorando, no te conmueven sus lágrimas, pero te asquean sus fachas.

Sucio y despeinado, de uñas negras, piel canela y pies en tierra, no entiendes porque no se baña, no lo entiendes porque eres escasa.

Te sobra el papel moneda en sus denominaciones más altas y te bañas en tina de porcelana, sientes que eso te da derecho a mirarlo como quien mira un fenómeno sin alma. Te estorba su afeada apariencia y su falta de estética, te estorba simplemente porque no luce color rosa.

¿Quién más sino él para enseñarte lo que es vivir?, ¿quién más sino él para demostrarte lo que es ganarse el cielo sin rezar?. Ese niño sin estudio y muerto de hambre que sufre penando bajo las gotas de una implacable lluvia, ese niño que duerme en cama de cartón, cuyo almuerzo está en el basurero de un contenedor, ese niño que fue violado sin piedad por desalmados, ese niño que aprovecha un periódico tirado para hacerse un abrigo que lo cubra del frío, ese niño que miraste con tanto desprecio, tiene alma, corazón y sentimientos, ese niño nació siendo él, pero si hubiera nacido siendo tú, responde entonces: ¿cómo lo estarías viendo ahora?.

0 comentarios:

Publicar un comentario

Template by:
Free Blog Templates